lunes, 31 de mayo de 2010

ENSAYO FINAL

“NO EXISTE LA MUJER PERFECTA, SOLO EL REFLEJO DE ELLA”

En esta sociedad de continuo cambio, uno de los fenómenos sociales a los que la Educación debe enfrentarse actualmente es a la información visual, que constantemente estamos recibiendo, desde lo más pequeños hasta los más grandes.

La sociedad actual vive para el consumo, y se rige por la imagen. Con la aparición de la sociedad de consumo y el capitalismo moderno, se han ido perdiendo los antiguos valores que solían tener las sociedades, al menos las más desarrolladas. Estos valores han sido reemplazados gradualmente por la frivolidad de las apariencias externas. La imagen.

Todo esto, está provocando un cambio en todos nosotros, somos lo que vemos, tenemos lo que vemos, escuchamos lo que vemos, vestimos, comemos, compramos, todo gira en torno al mundo de la imagen y sus mensajes subliminares, y a veces es complicado discriminar ciertas situaciones, por que ya forman parte de nosotros y lo vemos como algo natural.

A través de esta asignatura, he descubierto muchas cosas sobre mí, y las posibilidades que tenemos como futuros docente, con el único fin de crear una educación mejor y más libre.

Durante este tiempo y a través de todas la imágenes que hemos visto, tanto mis compañeros como yo, los cuales he descubierto que son todos unos grandes artitas, por que a la vista están sus trabajos; me dado cuenta de que detrás de una imagen hay más que un objeto o una figura humana, hay sentimientos, emociones y otras tantas cosas más que el artista quiere reflejar desde su obra, pero esto no quita su dominio sobre nosotros mismos.

Elegir este titulo para mi ensayo “No existe la mujer perfecta, solo el reflejo de ella”, para mí significa demasiadas cosas.

A lo largo de los años, cada uno hay ido trasformándose, algunos físicamente, otros mentalmente y otros siguen igual; yo he ido creando una coraza de hierro a mi alrededor, para no permitir que traspase el dolor o cualquier otra cosa que me hiera como persona y como mujer.

A partir de esta idea, es donde nace el título de este ensayo. No soy perfecta aunque pueda aparentarlo, y al igual que esto pasa conmigo, existe también en la sociedad en la que vivimos y en nuestros centros escolares, los cuales se cubren por sus paredes de ladrillo y pinturas, no salen de sus mesas y sillas, para seguir contándonos algo que ni ellos mismo ya conocen.

Con los diferentes cambios políticos, la educación va cambiando continuamente, y eso afecta a nuestros alumnos, no nos hemos adaptado aun a un sistema cuando ya quiere cambiarlo por otro nuevo, y esa es nuestra realidad, dicen que la escuela, pero también en ella existen lagunas para que no sea perfecta.

Hoy día poco y nada importa la verdadera personalidad de una persona, solo nos fijamos en el aspecto externo, en la cambiante coraza que esconde y protege nuestros sentimientos, ilusiones, conocimientos, aptitudes, pasiones, pensamientos, etc. En fin, lo que nos hace humanos, lo que somos, seres únicos e irrepetibles. Pero esto ya no importa. Hoy día no hace falta tener una cualidad; con solo aparentar que se tiene basta y sobra.

Cada uno elegimos una cara, adoptamos unos comportamientos y tenemos nuestros prototipos, pero solo somos la imitación de alguien, por eso desde la escuela tenemos que tener en cuenta las imágenes de gentes que eligen nuestros alumnos.

No es malo querer ser como el presidente de gobierno, una gran modelo o actriz, pero en muchos casos tanto padres como maestros tenemos que tener en cuenta ciertos aspectos de las aspiraciones de nuestros alumnos e hijos.

En muchos casos estos prototipos los pueden llevar a la enfermedad, si ir mas lejos las niñas y niños con anorexia o bulimia. Nuestros alumnos y alumnas, se han guiado por unos patrones sociales los cuales no eran los mas correctos, se han fijado en la imagen de la mujer u hombre perfecto por que son delgados, sin darse cuenta, o sin preguntarles a estas personas si verdaderamente son felices con su apariencia física, si es por que es natural o por que son cosas de trabajo y se les exige que estén así.

Las niñas como los niños se han fijado en una imagen que ante los ojos de todos parece lo perfecto y les ha traído graves problemas que los marcaran para toda la vida. Hablamos de anorexia como podríamos hablar de los niños e inclusos niñas, que se obsesionan por tener unos cuerpos esculturales de gimnasio, obsesionados por tener músculos.

Consecuencia de esta sociedad de la imagen, nacen los estereotipos/ prototipos e ideales de un las personas perfectas. Este elemento, carcome las sociedades, y daña las relaciones entre los miembros de la misma.

Pero, ¿Qué es un estereotipo?, podríamos preguntarnos. Según el diccionario Larousse edición 2006, un estereotipo es la concepción simplificada y comúnmente aceptada por un grupo sobre un personaje, aspecto de la estructura social o determinado programa social.

En otras palabras, un estereotipo es la imagen preconcebida que tenemos de algún concepto, cosa o ser, y que consideramos como común y correcto aplicado a esos ámbitos. Y, generalmente, suelen ser erróneos.

Somos cuerpo y mente, y entre ambos existe una relación, la cual no siempre va hacia el mismo sitio.

Toda la información que recibimos no siempre la interpretamos del mejor modo, a veces solo vemos lo que nos interesa, obviando el verdadero significado de las cosas.

Constantemente a través de la televisión, revistas y prensan, se nos muestran a diferentes personajes, los cuales discriminamos por sus actos o situaciones sin ir mas allá de cual es el motivo de su situación. Por ejemplo, cuando alguien comete un delito y entra en prisión, la sociedad discrimina a estas personas. Esto no quiere decir que los excusemos de sus delitos, pero a veces olvidamos que son personas de carne y hueso que sienten como los demás mortales, y que a pesar de todo, a pesar de la privacidad de su libertad, necesitan el aire fresco de libertad que a veces le aporta esta sociedad, para seguir formando parte de ella.

En estos casos, nadie quiere elegir este prototipo de personas, pero se nos olvida que todo lo que queremos no es tan fácil de conseguir, y a veces cuando eres adulto, queremos conseguirlas de la forma mas fácil y sin complicaciones, cayendo en errores que nos llevan a estas situaciones, pero bueno nos sigamos por aquí, que nos desviamos del tema.

Siguiendo esta idea, te das cuenta que no vamos mas allá de esa coraza que creamos a nuestro alrededor, simplemente nos limitamos con saber que vemos una persona culta y tiene una imagen, sin saber si detrás se encuentra una persona infeliz, o tal vez es un ladrón.

Se que a lo largo de este ensayo, trato diversos temas que parecen que se escapan de la escuela y de la imagen que pretendo desarrollar, pero todo esto forma parte de nosotros, y que por suerte o por desgracia vivimos continuamente y ya nada esta oculto, todo esta a la vista de todos, y esto a veces no es bueno para nuestros niños y niñas, que viven realidades por las cuales no todos podríamos pasar.

A lo largo de mi corta vida, aunque ya supera el cuarto de siglo, he visto y vivido muchas cosas a través de la televisión.

Las niñas y mujeres sueñan con el amor perfecto, los niños con ser el ligón más guapo que lo tiene todo. Soñamos con la vida perfecta, la casa perfecta, marido o mujer perfecta, el coche perfecto, el trabajo perfecto, donde gano mucho y hago poco, y así todas esas cosas que queremos que formen parte de nuestra vida para hacerla mejor y perfecta.

En ocasiones olvidamos que eso no es tan fácil conseguirlo, que todo no sucede como nos muestran, que no a todos nos toca la misma lotería, que existe el sacrificio y el esfuerzo para conseguirlo. Sucesivamente, todo lo que nos enseñan parece eso, que todo es posible.

Desde niños nos esforzamos para que todo salga bien, todo lo que hacemos va en función de nuestro reconocimiento por parte de nuestros mayores, y el hecho de que valoren nuestro trabajo.

En la escuela podríamos diferenciar tres tipos de alumnos: el estudioso, que todos conocen por que es el alumno perfecto, el que mantiene las formas y respeta, y además es inteligente y tiene buenas notas; luego encontramos el alumno normal, tranquilo, respetuoso, que hace lo justo para aprobar, y por último el malo de la clase, el que no hace nada, el que interrumpe en la clases, el que se pelea y tiene malas notas. Como maestros olvidamos que los niños y niñas son revoltosos, y que necesitan actividad. En otros casos todo lo que hacen estos alumnos y alumnas es para llamar nuestra atención para que detectemos esos problemas que puedan tener.

Por mi experiencia la imagen que hemos mostrado de nosotros mismos o la que nos han atribuido por nuestros actos nos ha marcado ya desde la infancia, y luego han llegado la decepciones para todos o las sorpresas de quienes menos te esperas.

Con el tiempo, te das cuenta que no todo es como parecía, que cambiamos, al igual que nuestros intereses cambian también, nuestro mundo infantil se convierte en adulto, y se nos atribuyen responsabilidades que antes no teníamos. Nuestros problemas no son que el compañero de al lado me ha quitado la goma de borrar, o que me he caído en el patio por que me han puesto la zancadilla.

Te das cuenta que nuestras aspiraciones van mas allá, y que estamos aburridos de todo lo que hemos venido acarreando con el paso de los años; que ya no queremos ser el niño o la niña que todos señalaban por una causa u otra, que queremos cambiar esa imagen preconcebida de nosotros mismos, que los demás han adoptado como lo real o natural.

Parece una tontería, pero esta imagen que aparentamos ser no siempre nos hace felices, como dije al principio de este ensayo, yo misma, creé mi propia coraza, y muchos de nuestros alumnos tienen que hacer lo mismo.

La personalidad de una persona, así como su imagen se va construyendo, como las grandes ciudades, poco a poco. Es un lugar donde existen las modificaciones, el derrumbamiento de cimientos para poner otros, donde existen la luces y las sombras, el día y la noche, donde todo gira hacia un mismo sentido, para poder ser mejor y superarse.

Todo esto implica recorrer un camino que no siempre podemos hacer solos, sino que necesitamos ayuda de los demás, para tener unos valores, una moral, unos principios e inquietudes; y es ahí en esos momentos donde padres y maestros tenemos que actuar en la vida de estas pequeñas persona.

No para crearlos a nuestra imagen y semejanza, creyendo que nosotros somos perfectos, sino dándoles la libertad de elegir. Tenemos que mostrarles el mundo tal y como es aunque cada cosa también requiere una edad; no podemos darle todo en un mismo momento. Tenemos que mostrarles las consecuencias de lo que esta bien y mal de todas estas situaciones, y no desde nuestra experiencia, por que tenderíamos a nuestra imagen, sino a lo que les puede ocurrir como otras tantas personas.

La realidad a veces no es tan bonita como creemos. Pero no podemos dejarla apartada en un rincón para no verla, tenemos que ser concientes de que existe aunque no nos guste.

Basándonos en los prototipos de hombres y mujeres perfectas que nos muestra la sociedad, y a los cuales todos pretendemos llegar, por que creemos que así seremos mejores, nos damos cuenta de que no todos somos iguales. Además si lo fuésemos no existiría el mundo, como dice mi madre, el mundo volcaría hacia un lado hasta que dejara de existir. Todos no podemos ser guapos, altos y esbeltos, también tiene que haber bajitos, gordos y feos, como dice el refrán: hay gustos como colores.

Dentro de nuestro mundo perfecto somos todos imperfectos, eso es lo que nos diferencia de los demás como seres humanos, somos quienes somos, con nuestras virtudes y defectos.

Enseñemos a no ser quienes no somos, creemos nuestra propia personalidad, la cual no este basada en el consumismo y la perfección física.

Somos algo más que un cuerpo, que no se quede solo en el reflejo.

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